5 razones para visitar la República Checa
¿Estás pensando en visitar la República Checa pero aún no se has decidido del todo? Aquí tienes 5 razones por las que deberías planear definitivamente tu viaje al corazón de Europa.
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Arquitectura
Tanto si te gusta la arquitectura moderna como los castillos medievales, aquí lo encontrarás todo. Puedes admirar la Casa Danzante de Praga por la mañana, almorzar en el palacio de Lednice y pasar la tarde rodeado de la atmósfera mística de uno de los muchos castillos de piedra de la Edad Media. Y realmente no importa en qué parte del país te encuentres, hay de todo esto en todas partes. Así que si decides vivir el cuento de hadas en Český Krumlov, disfrutar de la mezcla de lo moderno y lo antiguo en Brno o dejarte hechizar por una pequeña ciudad como Litomyšl, no puedes equivocarse.
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Naturaleza
Una de las mayores ventajas de la República Checa es que puedes encontrar tantos paisajes diferentes en un área tan pequeña. Puedes cruzar literalmente el país en un día, lo que hace posible disfrutar de muchas cosas diferentes incluso en un viaje corto. Y la República Checa lo tiene todo: zonas cálidas con hermosos lagos y playas, viñedos de pestañas, magníficos bosques y montañas con pistas de esquí. A los checos les gusta la vida al aire libre y muchos lugares ofrecen los servicios correspondientes. Se puede alquilar una barca en un lago y, cuando llega el invierno y ese lago se congela, probablemente se limpiará una parte para patinar sobre hielo. Montar en bicicleta es una afición de muchos checos y se puede llegar en bici incluso a lugares a los que se esperaría que sólo fuera posible llegar a pie. Y si te gusta el senderismo, estás en el mejor lugar de todos. La República Checa cuenta con una increíble red de senderos señalizados.
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Cultura
La República Checa tiene 3 regiones principales – Bohemia, Moravia y Silesia – con tradiciones, cultura y gente bastante diferentes. Los checos celebran numerosas fiestas folclóricas durante todo el año, algunas de ellas hody, fašank o dožínky. A menudo hay mercados temáticos relacionados con la vendimia, la Navidad o la Semana Santa y no nos olvidemos de la música, porque siempre hay mucha. Te enamorarás de las tradicionales bandas de cimbalum y de los numerosos eventos musicales. Y no menos importantes son el arte y la cultura modernos. Ciudades, pueblos y aldeas acogen numerosos festivales de música, exposiciones de arte y eventos de arte alternativo.
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Comida
Cuando visitas la República Checa, tienes que probar la comida local. Cada receta tradicional es un alimento para el alma y puedes esperar un montón de delicias tanto si eres fan de la carne como de los pasteles. La cocina checa se compone de mucha carne y patatas preparadas de muchas maneras diferentes. También son muy típicas la col, las verduras en escabeche y las bolas de masa llamadas knedlíky. Sin embargo, los checos también están acostumbrados a comer fruta y verdura fresca.
Y cuando se trata de dulces, prepárate para alucinar. Hay tantos tipos de tartas y pasteles que es imposible probarlo todo en un año. Una cosa curiosa para muchos extranjeros es el hecho de que sea habitual comer dulce también en la comida principal del día.
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Cerveza & Vino
Quizá hayas oído hablar de la cerveza checa y de lo buena y barata que es. Hasta hace poco no era raro pagar menos por un půllitr (medio litro, la cantidad habitual que se sirve) de cerveza que por la misma cantidad de agua. Hay bastantes cervezas checas, algunas bastante famosas. ¿Conoces la Budweiser? Es una cerveza checa. Otras marcas conocidas son Velkopopovický Kozel, Starobrno, Zlatopramen o Gambrinus, pero hay muchas más y algunas cervezas deliciosas proceden de pequeñas cervecerías. Asegúrate de pedir las locales cuando vayas a un pub en tu visita a la República Checa.
Gran parte de la República Checa es zona vinícola, sobre todo la región de Moravia del Sur. No sólo hay varios tipos de vino locales que saben a gloria (uno de los mejores es el Pálava), sino que hay toda una rama del turismo que gira en torno a la industria vinícola. Hay rutas del vino que se pueden hacer como viajes organizados con cata de vinos y a menudo se encuentran viñedos en los paseos por la región. Además, el precio del vino es muy asequible. Incluso puedes venir a una bodega con tu propia botella y que te la llenen. Y hay para todos los gustos: tintos, blancos y rosados, así como vinos secos, semisecos, semidulces y dulces. Una especialidad es el «pre-vino» joven llamado burčák; en realidad no es vino sino zumo de uva ligeramente fermentado y su temporada es muy corta, a finales del verano.
Como puedes ver, la República Checa tiene mucho que ofrecer a todos los turistas. No dudes en visitar la República Checa, este pequeño país de muchos encantos, y prepárate para quedar asombrado.
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