Costumbres checos que te sorprenderán
Si vienes a la República Checa desde lejos, te espera un choque cultural en algunos aspectos. No te preocupes, sigue siendo un gran país, pero debes saber algunas cosas sobre las costumbres locales…
Quitarse los zapatos al entrar en casa
Los checos siempre se quitan los zapatos al llegar a casa, ¡nada de zapatillas en el salón! Y no sólo eso, también tienes que descalzarte en casa de los demás, pero no te preocupes, te tendrán preparadas unas acogedoras zapatillas. Los checos creen que andar con los mismos zapatos en la calle y en casa es antihigiénico y no se quiere traer ese tipo de suciedad a casa.
Deja tu asiento a los mayores
En el transporte público, es habitual dejar el asiento a ancianos, enfermos o heridos y mujeres embarazadas si no hay otros libres o están demasiado lejos. No hacerlo se considera de mala educación y puede que los demás pasajeros te digan que te levantes.
Ayudar con los carros de bebé
Si ves a un padre o una madre con un carro de bebé o una sillita de paseo entrando en el transporte público o intentando conquistar las escaleras, lo normal es que te ofrezcas a ayudarle. Hoy en día, muchos autobuses y tranvías están construidos de forma que hay una parte sin escalones y los padres pueden empujar fácilmente el cochecito a bordo sin ayuda. Aun así, los checos están dispuestos a ayudar y verás a gente ofreciendo ayuda sin importar si la persona que va detrás del cochecito parece necesitarla o no.
Dar la mano
Mientras otros países se inclinan o se besan, los checos se dan la mano. Y no sólo como saludo formal. Incluso cuando se trata de celebraciones familiares como fiestas de cumpleaños, se dan la mano para felicitar al cumpleañero o cumpleañera. El beso, sin embargo, también se ha hecho un hueco en el saludo tradicional checo, por lo que es bastante habitual que a un apretón de manos a fondo le siga un beso y/o un fuerte abrazo. Es muy común que los familiares besen en los labios al cumpleañero, sobre todo cuando se trata de un niño.
Ir de visita
Visitar a alguien sin avisar es muy irregular en Chequia. Llamar al timbre de un amigo sólo porque se pasa por su casa no es muy común, aunque no podemos decir que sea totalmente inaceptable, sobre todo en los pueblos más pequeños. La razón por la que a los checos les gusta saber de sus próximas visitas es sencilla: les gusta estar preparados. Y queremos decir de verdad. Venir a tomar un simple café significa que le ofrecerán no sólo café, sino también té, limonadas, algo de picar, ganso asado, ensalada de patatas… bueno, quizá no tanto cada vez, pero ofrecer a las visitas algo de comer y beber es motivo de orgullo. Si te dejas caer por allí sin avisar, probablemente verás a tu anfitrión correr estresado cogiendo lo que encuentre en la despensa. Así que ya lo sabes, si quieres que te reciban como un auténtico checo y no estresar a tu anfitrión, ¡sé educado y llama antes de dejarte caer por allí!
¿Qué opinas de estas costumbres checas? ¿En qué se diferencian de las de tu país?
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